👎 Revista SEMANA

La líder indiscutible de la oposición en Colombia se llama Vicky Dávila, directora del medio "periodístico" Revista Semana. 

Da grima ver cómo un medio que antes era considerado un medio serio, se convirtió en un instrumento vulgar para atacar lo que NO sea Establecimiento y reivindicar lo que sea del Establecimiento. 

En un discurso facilista busca desacreditar al gobierno del presidente Gustavo Petro. Las diferencias son claras e infantiles entre sus afectos y a quienes no quieren ver gobernando, y solo en un país como Colombia puede tener aún cabida un medio que se ha degradado al nivel de ser el altoparlante de los mismos de siempre, a los que ahora les arde dolorosamente haber pedido el Poder por primera vez en 200 años de historia republicana. Los mismos que han regalado el país y han cedido territorio tranquilamente sin apenas encontrar resistencia nacional.

Y es porque en dos siglos que casi nunca tuvieron oposición es que hora que lo son ellos, no saben cómo actuar, ni organizarse, ni piensan estructuradamente (a Dios gracias) al menos por ahora.

Por ello ni Cabal, ni Polo Polo, ni Miguel Uribe, ni Álvaro Uribe Vélez, ninguno de ellos es hoy por hoy líder de la oposición al actual gobierno. Convirtieron a Vicky Dávila en su vil megáfono de groseras columnas que nada tienen que ver con la ética ni la intención de informar CORRECTAMENTE a una opinión pública dentro una democracia operante.

Y es triste ver el decadente espéctaculo y la orfandad de profesionalismo de esta revista convertida de pronto en un pasquín de calle con careta de medio serio.

Las huestes del antiguo uribismo deben estar felices de los constantes desatinos de la directora de su revista favorita. Una revista encargada de lavarle la cara a la misma clase política de siempre y de toda la vida en Colombia: a los que creyéndose de derecha hablan en nombre del pueblo de Colombia cuando en verdad están tan alejados de la Colombia profunda como lo puede estar la luna del sol. ¡Hipócritas!

Lamentablemente muchas personas (más de las quisiéramos) aún leen y creen lo que dice esa revista SEMANA. La citan como verdad revelada y como argumento de autoridad en sus conversaciones cotidianas y hasta en entrevistas con otros medios de comunicación. Muchas de aquellas personas son personas mayores de 50 años, de estrato alto pero con baja formación intelectual, no de otro modo se explica el aberrante entusiasmo que despiertan sus columnas entre sus fieles y malogrados lectores.

A nosotros, mis queridos Gatos Capitalistas, no nos queda más que hacer una franca resistencia desde la sombra, desde el profundo valle del pueblo para denunciar estas voces sofistas y mentirosas que quieren el caos en Colombia, porque piensan que su legado y gobierno son el único orden que están dispuestos a aceptar. Pero el pueblo es más grande y ganará.

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