🦇 Cómo hacer un duelo por Nany Pardo | Legarda

No era seguidor de Luisa Fernanda W, ni conocía a Legarda, pero el lamentable episodio en que falleció el muchacho ha despertado, como es usual en casos semejantes, lo peor del alma de Colombia.

En las redes sociales (hoy por hoy la perfecta radiografía de lo que pasa en la psiquis del país) se ha acusado a Luisa Fernanda W, su novia, de no hacer un duelo "correctamente" de haber hecho un corto video en su cuenta de Instagram, 'escueto', 'parco', sin el dolor, las lágrimas y el drama necesario para convercer a todos que en verdad estaba padeciendo un duelo y un dolor 'sinceros' (porque había que convencer de que era así). Pero no.

  🤔 Algo que nos fascina como pueblo, como Colombianos, es que nos metemos en lo que NO nos importa. Nos elevamos a la categoría de jueces morales cuando no conocemos ni a las personas ni a las circunstancias.

Inmediatamente salieron algunos comentaristas, líderes de opinión (a quienes por cierto, ni Luisa Fernanda, ni ninguno de sus familiares ha llamado a pedir su opinión sobre el asunto), que lo que ella estaba haciendo era ganar 'Likes', sumar seguidores 'porque el tiempo de Dios es perfecto', etc.

¿Por que digo que estos hechos como la muerte de alguien famoso sacan a relucir lo peor del alma de Colombia? Porque fungimos de jueces morales, de la moral pública, de lo que debe estar bien y de lo que no debe estar bien. Nos atrevemos a dictar cátedra sobre cómo debe llevar un duelo una figura pública, cómo ha de reaccionar cuando muere intempestivamente un ser querido, cómo debe declarar en un video y cómo NO debe salir maquillada.

Me mataron a un ser querido, pero no voy a llorar a puerta cerrada, en privado, ni voy a procesar el duelo a solas. No. Voy por likes y a sumar seguidores, perfectamente maquillada , porque el tiempo de Dios es perfecto.

En la dictadura del me gusta, ni el duelo se salva.

— María Antonia Pardo (@NanyPardo) 10 de febrero de 2019

La rapiña y el atraso cultural reluce, con un brillo mezquino y espeluznante, en este caso.

La periodista Maria Antonia Pardo (@NanyPardo en Twitter) levantó humaredas de polvo con algunos trinos en su cuenta de Twitter en donde lamenta profundamente la falta de empatía de Luisa Fernanda por no mostrar emoción alguna (aparentemente) ante la muerte de su novio y cantante de Reguetón Fabio Legarda. Afirma ella en su cuenta con más de 38mil seguidores, que Luisa ha querido convertir la muerte de su novio en nada más y nada menos que en un espectáculo que le valgan más 'Likes' y le sumen más seguidores.

Como saben algunos de ustedes Luisa Fernanda W es una conocida Youtuber con más de 3 millones de seguidores en su canal en el que habla de belleza, música, maquillaje entre otros temas. La periodista Pardo la acusa de obtener beneficios de este lamentable hecho en vez de hacer un duelo, que en su concepto, no hubo y más bien fue reemplazado por un espectáculo que le ha brindado más seguidores a la Youtuber.

Deberiamos dejar descansar en paz a este chico inocente, Fabio Legarda, a sus familiares que los lloren cómo quieran y como mejor puedan. Acá la única dictadura es la de la moral parroquiana de vecina resentida que opina donde no la han llamado y que emite juicios sin conocer las circunstancia, ni a las personas alrededor del terrible hecho, ni a sus familiares ni nada.

Estos guardianes de la moral pública y las buenas costumbres, a veces pueden hacer tanto o más daño; son lenguas perdidas en este oceáno de confusión mental que se llama Colombia.

Que Luisa Fernanda llame a Nany Pardo y le pregunte cómo debe grabar un video y hacer un duelo correctamente para que los comentaristas 'innecesarios' e inoportunos pueden darle el aval.

Es como cuando en ocasiones llego los fines de semana a mi casa, entrada la madrugada, después de una rumba con los amigos. Me bajo del taxi y frente a mi casa, desde el tercer piso, está la vecina asomada (ella cree que muy discretamente) con la cortina ladeada unos centímetros, observando denonadamente todos mis pasos y movimientos, estableciando en una bitácora mental todo lo que hago o dejo de hacer. A los pocos minutos bajo frente a la puerta de mi casa a fumar un cigarro y ella sigue allí, mirandome, impávida. Para bien o para mal, esas señoras guardianas de cada cuadra de los barrios de Colombia, algunas, tienen hoy Twitter.